Detecta mentiras

Detecta la mentira en la imagen
Nos preocupa detectar las mentiras de los demás. A veces vamos temerosos de ser engañados. Y esta preocupación nos alcanza en todos los ámbitos de la vida, en el trabajo, en la vida familiar, en las relaciones personales y en el amor. Es necesario desconfiar para evitar males, para defender lo propio,  para mantener nuestra dignidad como personas. Por ello solemos estar satisfechos cuando cazamos a un mentiroso, nos sentimos inteligentes, tal vez más que aquel que nos ha intentado embaucar. Hay quien hace de este tic defensivo una especie de deporte intelectual, casi equivalente al ajedrez, a través del cual demostrar que a nuestra capacidad no la engaña nadie.

Tal vez por todo esto, aunque no solo, asistí la semana pasada a una jornada en la que Juanan Anta del Grupo Detecta hablaba de métodos científicos de detección de mentiras. Muy interesante, la verdad. Supongo que desde entonces se ha ido cocinando este post en la trastienda de mi pensamiento.


Nuestras propias mentiras.

Lo primero que me deja perplejo es el interés que despiertan las mentiras ajenas cuando las que más daño hacen son las propias. La mentira es la ocultación de la realidad y el engaño es la intención y la acción de que alguien de por buena una mentira. Pues creo que acostumbramos a no mirar ciertas partes de nuestras vidas (lease mentirnos) y que, si esto no fuera poco, lo aderezamos con el hecho de dar por bueno lo que no lo es (lease engañarnos). No suena muy bien, verdad? Mientras nos esforzamos en que no nos den gato por liebre, resulta que somos nosotros los que nos adulteramos la realidad para sufrir menos. Patético!!!!


Los engañadores profesionales.

Otra de las reflexiones que me gustaría compartir tiene que ver con la distracción en el engaño. Cuantas veces hemos jugado a hacer creer que iba a pasar una cosa para poder hacer justo otra distinta. Me da que algo así pasa a escala planetaria. Hay un interés en promover la desconfianza, el temor, la necesidad de defenderse de enemigos invisibles. Y en esto gastamos todos muchos recursos, mucha energía. ¿¿¿Y si todo fuera una enorme cortina de humo para que no miremos donde debemos??? Y no se trata de solo de construir preocupaciones vanas, sino sencillamente mantenernos ocupados en tareas menores que nos impidan prestar atención a lo realmente trascendente. Hemos pasado tiempo preocupados en cerrar bien las puertas de nuestras casas y, de mientras nos han robado los recursos comunes y espacios importantes de nuestra libertad.


Recomendaciones para no dejarse engañar.

No es mi estilo lanzar mensajes negativos. Por eso permitidme algunas ideas para evitar engaños:

- Rodéate de confianza. Nada más eficaz contra el engaño que la confianza. Construyendo relaciones justas, respetuosas el engaño es mucho,
mucho menos probable.

- No temas sentirte engañado. Si hay personas que quieren hacerlo que lo hagan, incluso puede que lo consigan. Solo puedo sentirme engañado si previamente he confiado, que es una de las emociones que más seguridad personal e interpersonal generan. Es mucho peor no sentirse engañado porque eso esté vinculado con no confiar en nadie.

- Comprende cómo funciona nuestra percepción, así como sus limitaciones y sus reglas. Solo así podrás entender la relatividad de nuestra capacidad de acceder a la realidad.

- Sobre todo descubre tus emociones, tus deseos, tus sueños. No construyas tu vida sobre el engaño de lo que debería ser en vez de lo que realmente te hace feliz.


¿Confias o prefieres que no te engañen?





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