En busca de sentido, dejando atrás la mediocridad.

Disfruté mucho estos días leyendo este manifiesto sobre el triunfo de los mediocres por su claridad y contundencia. Conformarse es renunciar a lo que te gustaría ser por el convencimiento de que no podrás alcanzarlo, aunque también puede ser el efecto del deseo de encajar, de ser normal y no sentirse raro o divergente. En cualquier caso puede haber de fondo un aprendizaje equívoco, una necesidad social o, simplemente, un error de comprensión del mundo que nos rodea en el contexto de la batalla de la insatisfacción.

Mi vida ha estado construida por experiencias imposibles, bueno mejor dicho impensables antes de hacerlas realidad. Tuve la suerte de crecer en un entorno en el que aprendí a esquivar las limitaciones que impiden soñar en grande. Es evidente que siempre hay obstáculos en el camino. A veces, éstos, hacen que tengan que dar la vuelta y buscar otro objetivo, aunque casi siempre hay alguno muy parecido al alcance de tus posibilidades. La primera clave es no obcecarse con una meta en concreto sino con un área en la que ir escalando pequeñas metas.

El grupo eskaut de mi barrio, "Zurbarango Eskautak", fue el principal responsable de esto que os cuento. De entre todas las cosas que podría contar sobre ello bastará hacer una pequeña lista de hazañas: el campamento zíngaro haciendo teatro por los pueblos, la pintada de las focas en un lugar céntrico de la ciudad, las marchas volantes por zonas de montaña en régimen de autosuficiencia...

En busca de sentido
Más tarde, desde un punto de vista más personal, fue el vivir el amor de pareja sin pensar por un instante si estaba o no fuera de mis posibilidades. Esto me llevo a vivir intensamente grandes historias de amor y de desamor, algunas de las cuales eran también impensables antes de que se produjeran. La experiencia de abrir mi primera consulta, este blog, los eventos organizados y los proyectos realizados para las organizaciones en las que he trabajado han seguido alimentando el argumento que os presento.

No me gustaría que los ejemplos que comparto de mi vida confundieran a nadie. La mediocridad no se mide o se deja de medir por la notoriedad, por el éxito personal o profesional, no!!!!! La cuestión es que cada cual busque lo que de sentido a su vida, lo que en cada momento le aporte más en el contexto de sus posibilidades. Para mi un ejemplo son los niños, su deseo de explorar y aprender, su fascinación ante cada uno de los descubrimientos que van haciendo les lleva a ser seres brillantes, coloridos, lo que a mi entender es la antítesis de la mediocridad cuyo mejor representante sería "El hombrecito vestido de gris". Cuando somos adultos la vida se complica y por ello es más difícil mantener el brillo en los ojos. Pero complicado no es imposible, e impensable solo requiere de imaginación y deseo de encontrar caminos por los que seguir avanzando.

Más que de coraje, que también, al final creo que se trata de una cuestión de insistencia, de paciencia, de resiliencia y, seguro, que de mucha ilusión y entusiasmo. Ser mediocre es cómodo, tal vez esté hasta premiado hoy en día, pero no es camino para quien desee encontrar sentido en la vida, para quien desee alcanzar mayores cotas de bienestar, para quien sencillamente busque ser más féliz.

Comentarios

  1. solo puedo suscribir todas tus palabras...(hasta lo de Zurbarango Eskautak, jejeje) nada que añadir, nada que quitar...lo has clavao!!! solo con la esperanza de desmediocrizarme un poquito...para VIVIR un poco más...bexos

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